El nácar, también conocido como madreperla, es una sustancia orgánica iridiscente que recubre la parte interior de las conchas de moluscos como ostras y abulones. Al igual que otras gemas, se le atribuyen diversas propiedades y beneficios, tanto a nivel espiritual como físico, en el campo de la gemoterapia.
Propiedades y beneficios emocionales y espirituales
Calma y serenidad: Se considera una piedra con un efecto muy calmante y armonizador. Se cree que ayuda a reducir el estrés, la ansiedad y la agresividad, aportando una sensación de paz interior.
Intuición y sabiduría: El nácar se asocia con la sabiduría divina y la intuición. Se dice que potencia la claridad mental, la memoria y la capacidad para tomar decisiones inteligentes. También se le relaciona con la protección espiritual.
Feminidad y conexión: Por su origen marino y su relación con la Luna, se vincula a la energía femenina, la maternidad y la fertilidad. Se cree que ayuda a las mujeres a conectar con sus sentimientos internos y a equilibrar sus emociones.
Autoestima y creatividad: Fomenta la autoestima, la creatividad y la espontaneidad, ayudando a superar inseguridades y a expresar sentimientos de manera más fluida.
Propiedades y beneficios curativos (tradicionales)
Aunque no existen pruebas científicas que lo avalen, en la medicina tradicional y holística se le atribuyen los siguientes efectos:
Sistema nervioso y digestivo: Se cree que fortalece el sistema nervioso y ayuda a aliviar dolencias relacionadas con el sistema digestivo.
Regeneración y protección: Se asocia con la capacidad de regenerar tejidos y se utiliza tradicionalmente para calmar irritaciones de la piel. Además, se dice que protege y fortalece el sistema inmunológico.
Beneficios físicos: Algunas tradiciones lo usan para aliviar dolores de cabeza, problemas oculares y para estimular la absorción de calcio en los huesos.